Planetas


Los planetas, a diferencia de la vida real, son muy pequeños por fuera pero gigantes por dentro, en su núcleo. A diferencia de la realidad, poseen diferentes energías que forman una dimensión.
Así es, los planetas en realidad son dimensiones creadas por el núcleo del planeta. Al acercarte a uno, no te estrellas con su superficie rocosa, sino que te teletransporta a su dimensión interna. Esta dimensión, a diferencia de la zona exterior, es mucho más grande; por eso, al alejarte mucho, puedes ver el borde del mundo, un límite donde el planeta no ha creado más dimensión.
Por si te lo preguntas, los bloques que componen la dimensión son restos de miles de meteoritos y fragmentos del núcleo, que forman muchas capas de piedra, tierra, arena y más.
Durante miles de años, el núcleo de un planeta se forma a partir de la gravedad, el maná y el calor de una estrella. Es un proceso complejo que tarda millones de años en completarse.
Al igual que en la vida real, la formación de vida es muy difícil; un planeta debe cumplir muchos requisitos para que pueda surgir vida. Es realmente fascinante.
Si pudiéramos medir cuánta energía maldita posee un núcleo del estilo de la Tierra, aproximadamente necesitaríamos 5,000,000 de kaitos para igualar esa cantidad, solo considerando la energía maldita.

Cuando una masa toca el planeta con dimensión, es transportada en vez de chocar. Nada puede impactar contra esta barrera. Para romperla, es necesario destruir la piedra base desde dentro de la dimensión.
Si consigues destruir la piedra base y descender sin ser aplastado por la presión, serías transportado directamente al núcleo, lo que provocaría una muerte instantánea: el calor extremo te quemaría tan rápido que no quedarían ni siquiera los huesos.
Lo necesario para que una dimensión sea destruida:
Como nada puede romper el planeta desde fuera —ya que cualquier objeto es transportado a la dimensión al tocarlo—, algo que debe ocurrir siempre es que dicho objeto entre a la dimensión. Al igual que en la vida real, todo lo que cae sin frenar genera una gran fuerza de impacto: cuanta más masa, mayor la fuerza. Si algo muy grande o muy masivo logra romper la piedra base —algo posible, aunque raro—, llegaría al núcleo y lo destrozaría.
No es imposible, pero tendría que caer un meteorito extremadamente grande o con una masa colosal.
Energía del núcleo
¿Se imaginan usar la energía del núcleo de un planeta? Pues, teóricamente, es posible debido al calor extremo que contiene. Actualmente, casi ningún material conocido puede soportar las condiciones allí dentro, pero si se lograra recoger esa energía, la cantidad obtenida sería casi infinita.
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