Control de energía maldita

Tener energía maldita no significa que sepas usarla bien. El control es absolutamente necesario. No solo te permite manipularla con precisión, también es clave para no desperdiciarla como si fueras rico en emociones negativas. Cuanto mejor control tengas, menos energía gastas en todo lo que hagas.

Los no hechiceros suelen tener un control negativo, entre -100 y -25, lo que básicamente significa que la energía se les escapa del cuerpo como si fueran coladores emocionales. No pueden retenerla, dirigirla ni aprovecharla... y lo peor: ni siquiera lo saben.


¿Cómo mejoras tu control?

Meditación: Es un método clásico. Te ayuda a entender la energía maldita y cómo fluye dentro de ti. Es útil al principio, pero una vez alcanzas cierto nivel de control, meditar no te va a dar más que paz interior… y eso no sirve para romper maldiciones.

Destellos Negros (Black Flash): Un destello negro ocurre cuando sincronizas perfectamente tu ataque físico con la energía maldita en una fracción de segundo. Hacerlo mejora el control… pero claro, es imposible de provocar a voluntad al principio.

Rituales y Técnicas Malditas: Algunas personas intentan subir su control ejecutando técnicas o rituales malditos constantemente. Sirve en parte, pero no es fiable. A veces solo estás tirando energía maldita al aire sin entender qué estás haciendo.

Estar a punto de morir: Cuando estás al borde de la muerte, el cuerpo y el alma se sincronizan con la energía maldita de forma brutal. En ese estado límite, tu control puede subir exponencialmente. Claro, eso si no te matan antes. No lo recomendamos... pero tampoco lo negamos.

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